Durante unas vacaciones con mi
familia, hace unos tres años, mi señora me regala un masaje para relajarme,
tenia hora a las 15:00 horas en la Casona que era muy antigua, llegue al lugar
y me atiende un señora, me hace entrar a la sala de masajes, y me dice que me
acueste boca abajo en la camilla especial para masajes, luego me dice que
cerrara los ojos, mientras me hacían masajes las dos mujeres masajistas, una de
ellas efectuando el masaje en mi espalda con aceites, aromas y con música yoga,
espectacular, me relaje muchísimo, mientras la otra mujer caminaba alrededor y
comenzó a realizarme masaje en el cabello, pasan unos 15 minutos y me dice que
va salir, me dejaron solo, así que me levante a estirar las piernas, estaba muy
relajado, después de unos 5 minutos, vuelve la que me atendió, y le comento que
me relajo muchísimo el masaje, y le comento, ¿Dónde está la otra niña?, y para
mi sorpresa, me dice “¿Qué otra niña?, “Si yo estaba sola, hago masajes sola”.
Bueno, entonces, comencé a explicar lo sucedido a l masajista, y le digo “Mire,
mientras Ud. estaba haciendo masajes en la espalda”, ella me dice “Cierto, así
fue”, le digo luego, la otra niña o lo que sea, me estaba haciendo masaje en mi
cabello, ella me queda mirando y no lo puede creer, entonces me dijo, sabe
señor Rodrigo, Ud. tuvo un Masaje Celestial, así parece, le dije yo.
Después de hablar un rato, me
extraño que ella hablaba de esto muy tranquila, pero igual ella estaba sorprendida,
y me dice, sabe caballero le diré algo que Ud. me dejo sorprendida, hace dos
semanas paso lo mismo a otro caballero, pero Ud. fue capaz de decir que es una
mujer, y le dije “así es, no tengo dudas que era una mujer, y escuche que caminaba
de una lugar a otro, pisadas livianas”, y le dije “las suyas son más pesadas”, y
comente “para mí incluso, era una mujer bajita”.
Luego, de esta conversación, me
comenta la masajista, que varias personas dicen que se habla de una monjita que
pena. En ese lugar, antiguamente era una casona o Monasterio de Monjas del tipo
Claustro, ya lo sabía de antes. Esto sucedió en la playas de Las Cruces, Chile.
Con esto puedo decir, que hasta
ahora no conozco a nadie que haya tenido un masaje Celestial, no sé, si alguien
más lo ha vivido. Antes había tenido apariciones, pero esta vez sentí que me
toco directamente mi cabello, hubo contacto físico. Después le conté a mi
familia, y obviamente todos sorprendidos de lo sucedido.
No tuve miedo, solo lo encontré espectacular
y Celestial.
Rodrigo Vivanco
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