La historia que les voy a contar ocurrió en 1990 en Santiago, cuando vivíamos
en gran avenida. Mi vecina se llamaba Raquel y siempre nos juntábamos a jugar.
Pero su papa y mama eran personas extrañas, siempre veíamos a Raquel con cototos
en la frente o rasguñada. Ella decía que era los Tue Tue los que la golpeaban.
Un día nos invitaron como nunca a su casa a tomar once y cuando llegamos me
sorprendí por la infraestructura del lugar, una casa grande antigua, tenía el
living como en un hoyo y con techo amarillo de vidrio. Las sillas estaban
pegadas al piso que era de cemento, el dormitorio de los papas era con la mitad
del techo de vidrio y eso nos llamo la atención. Su padre siempre estaba en
silencio y todos los muebles estaban pegados al suelo!
Un día en la noche mis vecinos hicieron un fogón y se sentían gritos y
gritaba un pájaro pero no era un sonido normal. Mi nana de ese entonces era del
sur y como buena creyente, hizo que la madre de Raquel fuera a la casa y la invito
a tomar té y le colocó unas tijeras debajo del sillón. La mujer estuvo 4 horas
sin pararse del sillón. Cuando le dijimos que ya era tarde, mi nana se acercó y
la ayudó a pararse y sin que ella lo notara hizo como que buscaba algo en el
asiento y cerro las tijeras. Luego la mujer se paró y después de eso nunca más
supimos de esa familia.
Se decía que era una familia de brujos. Mi nana cuenta que la forma de
saber si son tue tue era invitándolos a tomar té y colocándoles una tijera
abierta debajo del sillón. De esa forma no se podían mover y tal cual sucedió
con la madre de mi amiga. Fue muy extraño porque después de su visita,
comenzaron a suceder cosas extrañas en mi casa.
A veces se sentía una quebrazón de vasos y platos en el comedor e íbamos a
ver y no había nada. Se sentían pasos en el pasillo que era de cemento con
tablas de madera. Eran pasos porque las tablas nunca crujían. Un día mi hermana
mayor celebró su primera comunión y la molestaron mucho en la noche. Al otro
día mi papa fue al dormitorio y tenía el colchón rasguñado por debajo y las
cortinas eran de palitos y estaba arañada también. Mi hermano estaba durmiendo
y como nunca mis papas cerraron la puerta de su dormitorio. Como mi hermano era
molestoso, lo oyeron gritar y les golpeaba desesperadamente la puerta pero lo
ignoraron porque pensaban que estaba haciendo pataletas. Al otro día mi hermano
amaneció durmiendo en forma fetal afuera de la puerta con su cruz de madera
quebrada por la mitad. El solo mencionó haber visto al diablo y nunca más se
hablo del tema porque él nunca más abrió la boca acerca de lo sucedido.
Veronica Mieres
No comments:
Post a Comment