Comenzando el
invierno del año 99, fuimos con mi hermano a trabajar a un pueblo cercano a
Talca. Debíamos estar tres días y luego volver a Santiago de madrugada
manejando. Cuando terminamos nuestro trabajo, juntamos las cosas, cargamos el
auto y emprendimos el camino de vuelta. Aunque el viaje no era muy largo, unas
tres o cuatro horas, acordamos hacer turnos porque estábamos muy cansados.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9kQ6OaE5H45ETcFeKhiHX_XN0jpVQ1O-pn8hWNcZ6897QSiCR4JHGIKOm1xtdfJfjkGi8_VevvZkpxzOD3Hm1eN9YOAVmpOPbn-O_2N0gd1tyTaHXXx6LBq7SrdtZKXEx8P1SOsFN6X0/s1600/time-traveller-17644-1920x1080.jpg)
Cuando tome una
recta bien larga, di un vistazo hacia mi costado derecho, ya que me pareció ver
una luz a la distancia que se acercaba desde la negrura, disminuí la velocidad
un poco para poder ver de qué se trataba, y esperar a que pasara sobre la
carretera adivinando su trayectoria. En un momento pensé que se trataba de una
avioneta, y abrí la ventana pero no oí ningún ruido, solo el suave sonido del
motor de mi vehículo, se me ocurrió de pronto que podría ser un ovni, estaba en
eso cuando la luz se comenzó a perfilar y vi para mi sorpresa y espanto un
pájaro gigantesco que batía sus alas, aun más largas, con pesados movimientos,
era albo y membranoso, parecía ser fluorescente, ya que todo su cuerpo estaba
iluminado, tenía un pico alargado desde un cráneo más bien pequeño en
proporción y una cresta ososa, que terminaba en forma de gancho hacia atrás,
era un pterodáctilo, un pterodáctilo en 1999... me quedé paralizado por un
segundo, e intente despertar a mi hermano, no hubo caso... el pájaro cruzaría
frente a mí a unos diez metros de altura, al parecer no había visto los dos
autos en la carretera, el auto que me seguía también había disminuido la
velocidad, evidentemente estaba viendo lo mismo que yo, supuse que no nos veía
por que parecía volar bien lento, y en un momento casi por instinto, más que
por un arrojo de valor, le hice un cambio de luces, el pájaro volteo su cabeza,
la que pude ver bastante claro, era definitivamente aquel coloso que tantas
veces vi en libros cuando era niño y sobre todo en el cine, y por un instante
recordé las películas malas donde estas aves-reptiles, tomaban humanos con sus
garras para engullirlos, mientras estos bramaban de dolor, sin embrago el
pájaro apresuro su vuelo, y se perdió en el campo del lado izquierdo.
Aunque el auto
detrás mío me hacia señales con las luces, para detenerme, mi pavor era tanto
que acelere lo que más pude hasta perderlo, llegue a una berma iluminada
bastante lejos del lugar, y solo ahí me detuve para bajarme un momento. Mi
hermano no despertó hasta terminado el viaje en mi casa, y me arrepentí, cuando
estuve más calmado, de no detenerme a hablar con el conductor que me había
hecho señas, me quedaría como el único testigo del suceso. Mi hermano,
lógicamente no me creyó, y me puso cara de estar buscando algún rasgo de locura
temporal, no le mencione más el tema.
Ustedes quizás
pensaran en lo extraño y poco probable de este encuentro con un animal que
desapareció hace bastantes eras de nuestro planeta, y se preguntaran si busqué
alguna información, solo encontré lo que hay en los libros, y el internet en
ese tiempo solo estaba en las universidades, y no existía youtube... He buscado
con el paso del tiempo algo relacionado, y encontré que en España, y en un
lugar de África, gente que ha visto pájaros similares, en África, unos
aborígenes hablaban de murciélagos gigantes que brillan en la noche, pero no se
tiene ningún registro fotográfico.
Esto ya era una
historia olvidada por mí, hasta que hace unas semanas, conversando con varias
personas en mi trabajo, trabajo en una minera del norte, el supervisor comenzó
a relatarnos su encuentro con un pájaro gigante en Calama, cuando bajaba
conduciendo desde la mina con varias personas en un vehículo de pasajeros. Yo
me quede estupefacto, y en espera con un impaciente silencio, sin hacer ningún
comentario de lo que me ocurrió, no quería que el relato se ensuciara con mis
propias imágenes.
El pájaro, de
acuerdo a lo que describía, era más grande que el vehículo que conducía, uno de
estos minibuses Mercedes Benz, ya que los pasajeros pudieron ver las alas
desplegadas por ambos lados cuando el animal voló sobre ellos, y luego el mismo
narrador lo vio varios metros más adelante posado en la carrera, debiendo
detenerse completamente esperando a que reiniciara el vuelo. Era tal cual lo
describí antes, y lo vieron todos los pasajeros del minibús que con terror le
rogaron al conductor que emprendiera la marcha a toda velocidad. Esta persona
me conto luego que lo entrevistaron de una radio, ya que este acontecimiento
fue bien conocido en toda la faena, y que su entrevista habría sido transcrita
al diario El Mercurio, como posible avistamiento del chupa cabras, que estaba
de moda en esos tiempos. Incluso llegaron militares a preguntarle por lo
ocurrido, no supo más de esto. La relación del diario con el chupa cabras, me
parece solo el oportunismo del editor, para mí no tiene nada que ver, creo que
este ser podría habitar en nuestras montañas tan generosas en quebradas y
escondites poco explorados, también sería raro que un animal de caza brille en
la noche, para mí siempre será un misterio, he pensado que el cansancio pudo
influir en aquello, pero estaba demasiado asustado para estar cansado, los que
han vivido sucesos de este tipo podrán entenderme, todos los sentidos se
encienden por completo esperando el ataque, como cualquier presa lo haría.
Una explicación
bastante libre que se me ocurre es que quizás en lugares muy poco habitados, se
producen anomalías en el espacio tiempo, en los que es posible ver sucesos
ocurridos en otros planos o eras, que se entrelazan así como vemos estrellas en
el cielo que ya no existen…
Picktor
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