Mi hermana Katia llego a una empresa a trabajar en reemplazo de mi padre
como cajera, debido a que nuestro padre salía de vacaciones, en el sector de la
caja había un teléfono solo para consultar los cheques a la empresa aseguradora,
nadie sabía el número de este teléfono por seguridad, además no recibía
llamados, solo para hacer llamados a la aseguradora.
Un día temprano en la mañana suena el teléfono, contesta Katia y para su
sorpresa era la abuelita materna, le comienza a hablar en español y luego
comienza a hablar en francés, cuando pequeña estudio francés, a Katia le llama
la atención de que estuviera hablando en francés, en ese instante le pasa el teléfono
a nuestro cuñado, y le dice que le hable fuerte, porque era un poco sorda,
luego el cuñado le devuelve el teléfono a Katia, en ese momento la abuela le
dice en francés la frase famosa del Exorcista “La Plume de ma Tante” en
ese momento Katia se aterró y se puso a llorar, puesto que había visto la película
el Exorcista y recordaba muy bien esa frase, por lo mismo le llamo la atención y
se aterró. Llamo a nuestra madre para contarle y nuestra madre llamo de
inmediato a la casa de reposo donde nuestra abuela estaba, hablo con el
personal a cargo y le dijeron que la abuela estaba durmiendo y estaba bien, además
le dijeron que en las piezas no hay teléfonos, le dicen imposible que ella haya
llamado, Katia y mi cuñado no tienen dudas que era la voz de ella, era una voz
muy especial e inconfundible.
Después llamaron a la compañía telefónica, para pedir registro del caso,
pero no pudieron entregar respuestas ni datos, por ser teléfono privado.
Hasta ahora Katia no sabe ni se explica lo ocurrido. Sigue hasta ahora
siendo una incógnita y espeluznante.
Este caso yo lo supe hace unos días, y no sé porque lo relaciono a lo que me
paso en casa de mi abuela en unos de mis primeros artículos en este blog.
Katia Vivanco
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